Al día siguiente, fuimos a Purmamarca, un pueblito muy lindo, con la típica feria de artesanías en la plaza y el Cerro de los 7 colores de fondo. Sin palabras! Después de una larga caminata, nos sentamos a tomar una fresca y merecida cerveza Salta.
Al regresar a Tilcara, luego de un baño reparador, partimos con el mate a pasear por la plaza y ahí encontramos Lapeña de Carlitos. Allí comimos un estofado de llama que estaba riquísimo, acompañadas de buena música en vivo de un grupo local.
El martes a la mañana fuimos a la Garganta del Diablo, qué vértigo!! Y finalmente llegamos a una pequeña cascada. La tercera era la vencida...!
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