Hoy por la mañana fuimos a visitar las minas. Junto a otros viajeros tomamos una combi que nos llevó hasta el mercado del minero y luego a un lugar a ponernos el traje y los equipos. El guía (que no paraba de hacer chistes sexistas) nos explicó la historia del Cerro Rico de Potosí y la explotación del mismo. Actualmente hay 49 cooperativas y más de 400 minas, en actividad y sin actividad.
El paseo por la mina no es para cualquiera. Sólo alertan a los posibles claustrofóbicos pero en realidad tampoco es apto para personas con problemas respiratorios, cardíacos o con pánico.
Por momentos había que ir totalmente agachado y sentíamos que faltaba el aire por el espacio y por el polvo.
Al llegar al "Tio", (totem al que le llevan ofrendas los mineros), nos sentamos un largo rato y el guía nos contó la historia del mismo y también la leyenda de un minero de Potosí.
Boca presente hasta en la mina!!!
Con Amarai, exhaustas! Ni que hubierámos trabajado en la mina...
Cerro rico, cerro pobre....
Más adelante nos cruzamos con algunos mineros que estaban trabajando. La verdad es que es un trabajo arduo y la calidad de vida pésima. El promedio de vida de un minero es de 45 años....muy duro.
Mañana, luego de visitar la Casa de la Moneda, partiremos para Sucre...