jueves, 5 de enero de 2012

Iruya, la joya perdida del Norte

Previa parada en Humahuaca, partimos para Iruya, Varias personas me habían recomendado visitar este pueblo pero sinceramente nunca imaginé la hermosura singular que nos esperaba. Después de tres horas de viaje, en un camino de cornisa (ufff....más de una vez suspiramos!), nos encontramos con Iruya. El camino mutaba nuevamente de cerros verdes a cerros de distintos colores. Por momentos parecía que no había nada más que colinas y el cielo celeste. Y de pronto aparecieron los cerros de colores pasteles, que simulaban tapizados de terciopelo. Inexplicable...





Con Marisel y Alex, jugando al lado del pesebre








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