viernes, 30 de diciembre de 2011

Segundas cascadas fallidas!


Con una mañana completamente despejada, partimos con Sheila y Pablo, una pareja de Buenos Aires a las cascadas del río Colorado. Por segunda vez consecutiva, no llegamos a ver los saltos de agua! Los guías nos cansaron tanto al llegar que decidimos hacerlo por nuestra cuenta. Por suerte nos encontramos con David y Agustín, que nos ayudaron a saltar entre las piedras y cruzar varias veces el río. Hacía mucho calor y encontramos un piletón muy tentador en el cual obviamente la perrita labradora se tiró. Muy fría el agua, como a mí me gusta!
Luego del chapuzón y unos mates, empredimos la ruta del vino. Al llegar a la Bodega Domingo Hermanos, hubo una baja ya que Sole "cogió" (ésta va para Jesús!)  una alergia tremenda. Allí me encontré con Michael y Audrey, una pareja de norteamericanos y con Miriam, una alemana y disfrutamos todos juntos de unas copas de vino y queso de cabra. Luego partí a las bodegas Nanni, una bodega familiar que desde fines de 1890 produce vinos orgánicos. Allí degusté cuatro variedades de vino, con la explicación detallada de Raquel, la guía. Exquisitos!
Con una dosis de alegría extra, di un paseo por Cafayate. Es un pueblo muy lindo, con un paisaje espectacular, lleno de viñedos y con los cerros de distintos colores que toma tonalidades increíbles cuando los alumbran  los rayos del sol.
Como estaba un poco desorientada (como me dicen las chicas de la UCA "recalculando!!") decidí sentarme en un banco de la plaza. Detrás vi una placa recordatoria de Néstor.
Al llegar al hostel me esperaban mis compañeros/as del Río Colorado para cocinar. Tras una ducha reparadora y despabilante, puse manos a la obra y cociné un salteado de vegetales y pollo con arroz. No fue de los mejores que he hecho pero por suerte los chicos habían comprado una damajuana de vino torrontés! Luego de reirnos un buen rato, nos fuimos a dormir con una lluvia relajante de trasfondo.












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